domingo, 5 de agosto de 2012

BILBILIS

Esta vez fuimos a ver otro de esos tesoros escondidos de Aragón. Escondido durante siglos por toneladas de arena y piedra. Objeto de despiadado espolio durante mucho tiempo y mucha gente que nunca supo construir como lo había hecho esa gente del s. I.

COMO LLEGAR.
Aunque llegar a Calatayud no tiene pérdida, en las confluencias de los ríos Jalón, Jiloca y Ribota, el emplazamiento de Bílbilis es mucho más difícil. Nosotros fuimos en autobus y no nos equivocamos. La carretera sale de Calatayud siguiendo el curso del Jalón al norte, cruza la carretera de Soria, y 500 m más adelante sale la bifurcación al yacimiento. La pista sube y sube hasta un lugar seco y pedregoso, donde nadie se le ocurriría enclavar una ciudad. Nadie ahora porque hace 2000 años fue el lugar escogido para que los generales de Augusto fundaran allí la ciudad de Bilbilis.

EL LUGAR.
No puede ser más desolador, o al menos eso nos pareció bajo el sol abrasador de las 12 del mediodía del mes de Agosto, pero bien mirado tiene su encanto.La ciudad se fundó para los veteranos de las guerras cántabras, que acababan de terminar, así como la toma de Numancia y el fin de la resistencia arávaca en Hispania. Nunca fue grande, unos 3000 habitantes. Sin embargo, la obra que se hizo en muy poco tiempo fue ingente.

La ciudad contaba con todas los servicios de una gran urbe: más de 60 cisternas (ya que no había curso de agua más cercano que el del Jalón, que pasa 50 m abajo a los pies de la montaña), un complejo sistema de alcantarillado, un gran teatro, un foro con su templo en el punto culminante de la ciudad y unas grandes termas muy bien conservadas.

Ni en el 2000 se llegó a construir tanto como en aquella época. Había más terreno urbanizado que se llegó nunca a construir. Un verdadero pelotazo urbanístico.

Ya a finales del siglo II la ciudad entró en gran decadencia y a partir de entonces, su principal función fue de cantera de otras obras. Los árabes para la construcción de su Cal at Ayud usaron buena parte de la piedra buena, dejando la mala allí. Curiosamente no les interesaba los capiteles, que se han recuperado muchos.  La mayor parte de la ciudad forma ahora parte de palacios y casonas en Calatayud.

LOS ALREDEDORES.
El yacimiento celtibero-romano de Valdeherrera, cercano a la desembocadura del Jiloca es otro lugar cercano que se está explorando ahora (bueno, hace 2 años cuando había dinero. Ahora no se explora nada). También son muy interesantes, la propia ciudad de Calatayud, su afamada hospedería La Dolores, y la plaza de España, donde por cierto hay 4 columnas que pertenecieron al antiguo foro de Bilbilis.


NUESTRA IMPRESIÓN.
El calor fue de justicia, lo que contribuyó a que la pobre Sara se cansara y acabara dormidita, pero se portó muy bien, así que por la tarde tuvo su recompensa: helado, juegos y columpios, y muchos besitos de sus papás.

Pero el 20% escaso excavado da muestras de una ciudad monumental que quería mostrar el poderío del naciente imperio, y de paso, satisfacer a unos veteranos que Octavio podría necesitar en caso de que otro triunviro o el mismo Senado quisiera poner fin a su aventura imperial. El Foro no estaba en el centro del cardo y el decúmano sino en un monte más alto desde donde podría divisarse desde larga distancia, siendo un escaparate de la majestuosidad de una ciudad imperial romana. Es altamente recomendable, sobre todo con visita guiada por expertos profesores universitarios.