sábado, 17 de noviembre de 2012

Los romanos también estuvieron en Muel

¿Qué podemos hacer una gris y lluviosa mañana de sábado de Noviembre?. Pues ir al desierto puede ser una forma de evitar el chaparrón.

COMO LLEGAR
Al desierto se llega fácil. Vivimos en él. Muel está a tan solo 30 kms al sur de Zaragoza, en dirección Valencia.

Pero el desierto a veces esconde rincones bonitos, como este parque a orillas del río Huerva, que es un remanso de frescor y tranquilidad.

Los romanos en el s III, en plena crisis del imperio, también lo vieron así, y no escatimaron gastos para mover tremendos bloques con los que construir una gran presa con la que remansar las variables aguas del Huerva, río de acusado estiaje como todos los de la vertiente sur.


Además de los romanos, también Goya estuvo aquí y dejó su huella en las pechinas de la cúpula de esta pequeña hermita, solidamente asentada en la base de la presa, lo que no ha evitado que alguna vez el Huerva inundara su interior.

Aquí hay entretenimiento para todos. Papa conduce hasta Muel, y el resto conduce Sara.
Pero coger hojas en Otoño ya es de por sí un juego divertido
El río aquí ya baja más despacio, aunque algo encajonado. En algún punto se remansa, y hasta recoje aportes esporádicos de ramblas produciendo interesantes saltos de agua, cuando hay agua, claro.
LOS ALREDEDORES
Pues no nos dió tiempo esta vez. Lo más interesante es Fuendetodos, o las ruinas celtibero-romanas de Contrebia-Belaisca, en Botorrita, aguas abajo de Muel. Para otro día.



de boda por Valencia

Hoy, 27 de Octubre del 2012, día del 2º cumpleaños de Sara, estamos por Valencia para acompañar a Javi y Eva en el día de su boda. Muy guapos como podeis ver aquí.

COMO LLEGAR.
A Valencia llegarmos la noche del viernes, tras una breve parada en Calamocha y en el Poyo, para llevar unas flores al yayo de Sara. Tras 3 horitas de viaje estamos en la capital del Turia. Por la mañana nos levantamos y nos vestimos. Este es el resultado de pornerle a Sara el vestido que le había comprado su tía Elena. Está mal que lo diga yo pero, ¿a que está para comérsela?

EL LUGAR
El día salió espectacular, cálido y soleado. Así que disfrutamos de un día maravilloso. La boda fue en los jardines de Monforte, y la comida en una masía al sur de la ciudad. Un sitio muy bonito donde disfrutamos de un distendido ágape al exterior antes de pasar al interior.

Sara también hizo amigos. Este es el baile que se marcó con Sergio, al que le dobla la edad.
Acabaron fundidos en un tierno abrazo.

 Al principio todo iba bien.
Al final la cosa desvariaba.




Aunque algunas decían que solo habían bebido agua
LOS ALREDEDORES


Al día siguiente dimos un buen paseo por los jardines del Turia, un sitio estupendo para pasear con mucha agua y zona sombreada

 y acabamos en el parque de Gulliver, con miles de otros niños y padres que se deslizaban por los muchos toboganes y esbarizaculos del gigante Gulliver tumbado y atado por los Liliputienses, que eramos nosotros. Sara también lo pasó muy bien.
Y colorincolorado, este cuento se ha acabado. Hasta la próxima