lunes, 17 de septiembre de 2012

Por la Sierra de Guara

Hola a todos los asiduos seguidores del blog.

Esta vez os contamos nuestro viaje relámpago y casi sin preparar por las estribaciones del sur de Guara. Como punto de partida tomamos la medieval e impresionante villa de Alquézar, tanto por sus monumentos naturales como los artísticos. Un lugar donde el tiempo se ha detenido, si no fuera por la gran proliferación de hoteles, mesones, restaurantes, albergues y casas rurales que hay en tan poco espacio.

COMO LLEGAR,
La carretera que sale nada más cruzar el ríoa Alcanadre hacia Adahuesca no es la mejor pero sí la más directa. Peores carreteras hemos visto. El paisaje del Somontano tan cambiante, alternando campos de cereal con maleza y bosque bajo es de gran belleza. En esta época de Septiembre está todo sequísimo y la abundante red de cursos de agua que ha horadado el sistema de cañones que hacen famoso el parque, actualmente estaba seca. ¿Cuándo llegaran las lluvias?-

EL LUGAR.
Alquezar deslumbra a quien la visita. Poco queda de lo antiguo salvo la preciosa colegiata encaramada en el alto del risco donde sustituyó la fortaleza mora del s. IX.

El resto del pueblo se distribuye en calles paralelas a diferentes alturas siguiendo la falda del monte a los pies del castillo. Había una feria popular de alimentos donde vendían el afamado queso de Radiquero, y unos helados raros. Yo me pedí el de poleo con gengibre y puedo decir que no había probado nada igual, ni lo volveré a probar, aunque no estaba malo.

Tras la visita tomamos posesión de nuestra tienda en el camping río Vero, a orillas del mismo. La libertad que daba vivir de puertas abiertas al campo entusiasmó a Sara pese a lo seria que aparece en la foto.

LOS ALREDEDORES.
Al día siguiente fuimos a la cercana localidad de Colungo a ver el centro de interpretación de arte rupestre, donde se acababa de celebrar el concurso internacional de tiro con arma prehistórica. Curiosa competición, sí señor. Todos los participantes eran franceses, y por fin ganó un francés.

Desde el pueblo nos acercamos a ver el curioso puente del diablo, que comunica Colungo con Asque, llamado así porque no se tiene documentación del origen del puente, fechado en época medieval y atribuido al mismo diablo. Juzgar vosotros mismos.

El calor era de nuevo, sofocante, como todo el verano. Que se lo digan a Sara.

Acabamos la visita en una olivera que se dice, tiene más de 1000 años, aunque de nuevo falta documentación que la acredite.

Esperamos que os haya gustado. Hasta otra.

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