domingo, 20 de octubre de 2013

Un paseo por el galacho de Juslibol

Tras pasar la noche lloviendo se levantó un día estupendo, sin viento, sin frío, sin calor,.... perfecto para un día de campo.

Pero como nos levantamos tarde no queríamos ir muy lejos. Qué mejor sitio que el humedal del Galacho de Juslibol, antiguo meandro del río cuyo cauce abandonó el río el año 1961 cuando una gran riada enderezó el curso del río dejando este maravilloso remanso de paz, para los paseantes, y para la variada fauna que se cobija en los carrizales, tamarizales y en los sotos de ribera.



COMO LLEGAR.
Pues camino a Juslibol, el "Deus o vol" de las huestes de Alfonso I al lanzarse desde estos altos a la conquista de la musulmana Saraqusta. Para no perdernos, cogimos el tren del parque, que te lleva desde el Actur hasta el centro de interpretación del parque. A partir de ahí, solo hay que pasear, en bici, andando, corriendo, a caballo,... Nosotros fuimos andando.

EL LUGAR.
Por un lado cerrado por los blancos paredones rocosos escabados por el río, por el otro cerrado por el nuevo cauce del Ebro. Entre medio, los antiguos brazos de río cubiertos por carrizales, que van recibiendo aportes de las diferentes crecidas invernales. Los árboles y tamarizales ocupan su lugar dependiendo de las necesidades de agua y de la resistencia a las inundaciones.en un continuo cambio. Las aves migratorias hacen su parada aquí, aunque esta no era la época.

Sara disfrutó mucho, correteando, recogiendo palitos, dibujando en el barro, mirando por los prismáticos,... solo hay que verla. Y nosotros también con ella.

LOS ALREDEDORES.
Recorridos muchas veces en bici años ha, es bonito acercarse hasta la cercana Alfocea y cruzar el puente hacia Monzalbarba. Subir al mirador del castillo de Miranda te permite ver los dos mundos, uno verde y acogedor hacia el valle, otro hinóspito y agreste hacia el infinito desierto. Las vistas del Galacho y de la ciudad de Zaragoza son muy bonitas desde aquí.

Hasta otra.

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